¿Cómo me ayuda un Auditor Interno a incrementar la rentabilidad de mi negocio?

En este corto artículo describiremos de una manera simple que el mejor negocio de una mediana empresa es tener ese funcionario, auditor interno, que “está en todas”, pero no forma parte de ninguno de los procesos operativos.

Construir y desarrollar una unidad de auditoría interna para actuar eficazmente como una tercera línea de defensa en la reducción de riesgos y en la gestión de las organizaciones.

La cultura de la Auditoria

La confianza es una hipótesis que se realiza sobre la conducta futura del prójimo.

Los negocios necesitan esa apuesta por la confianza para creer que las cosas van a salir bien si juntamos inversión de capital y talento humano.

Pero la confianza puede perderse y después es muy difícil recuperarla.

Sin embargo, ¿Qué tal si utilizamos un tercero independiente que realice pruebas para determinar si la promesa se está cumpliendo o no?

He conocido negocios de 2 socios con igual aportación que se mantienen con éxito debido a que pensaron en el funcionario de auditoría interna que verifica e informa cualquier novedad en el proceso que podría afectar el valor del negocio.

Esta actividad se complemente con otros auditores externos de los estados financieros.

La auditoría es muy antigua.

Se conoce que en la edad media se la aplicaba ya para validar los inventarios.

Poco a poco fue evolucionando su aporte junto con la sistematización del proceso contable. Los auditores que examinan la información contable y financiera se los denomina auditores externos y a los que continúan revisando los temas detallados de la empresa se los denomina auditores internos.

Las normas de auditoria transformaron el trabajo del auditor y lo convirtieron en un profesional que aplica normas.

La auditoría tiene entonces su gran auge con la actividad comercial y es lo que vemos hoy.

Un gran país tiene un gran sector comercial privado y de seguro muy buenos profesionales de auditoría.

¿Por qué ahora se habla de un Auditor Interno?

Nosotros pensamos que la ventaja que tiene un auditor externo se la podría introducir en la empresa para que pueda incrementar su aporte de valor en el examen más detallado de los procesos, de sus riesgos, del cumplimiento de los procedimientos, de la prospectiva del negocio.

En una empresa al igual que en una sociedad existen intereses externos que tienen que ser examinados por un auditor interno para asegurar que tiendan al bien común de la organización.

Conozca más sobre la función de auditoría interna

¿Por qué ahora se habla de Auditoría Interna externalizada?

La fortaleza de la Auditoría Externa se encuentra en la independencia y precisamente esa es la cualidad que se busca asegurar en el equipo de auditoría interna.

Las multinacionales ya hace mucho tiempo que han conocido los beneficios de tener auditores internos externalizados para asegurar que no respondan a los intereses de un funcionario sino de toda la organización.

Las Firmas de Auditoría pueden proveer ventajas muy sostenibles en la provisión del servicio de auditoría interna gracias a su especialización, tecnología, sistema de capacitación y al volumen de personal.

Existen muchos buenos profesionales independientes que trabajan en el área de auditoría interna, el problema se genera en la rotación y en la posibilidad de obtener otro profesional igual o mejor. La continuidad es lo que se vende muy bien mediante el outsourcing. 

El dilema podría ser armar o tercerizar la función de auditoría interna.

Resumiendo

La función de auditoría interna nos puede ayudar a incrementar la rentabilidad del negocio de la manera siguiente

Fe pública

Gracias a la confianza se puede invertir con menos temor al engaño. El auditor valida que las cosas han sucedido de la manera como se han registrado.

Una opinión experta

El auditor puede agregar valor al negocio al identificar y valorar los riesgos operativos y contribuir con ideas sobre las mejores prácticas para controlar el negocio.

Una opinión objetiva

No solamente se debe pensar positivamente, sino que se debe asegurar que se hayan analizado todos los hechos con el nivel de importancia necesario para evitar sorpresas de última hora.